Fanáticos fanáticos

Si uno es fanático, es fanático. Es verdaderamente extraño lo que sucede en el cerebro al convertisre uno en adepto a ciertas cosas. Llega un momento en que todo se vincula a esa preferencia por un objeto, hobby o deporte. El apasionamiento por los fierros es progresivo; el fanático va sumando conocimientos, entrecruzando información y mentalizándose en su fanatismo, que no hay momento en que un signo, una señal, un sonido o una visión no se relacione con su apasionamiento. Entonces, la industria de los souvenires, maquetas y elementos afines no descansa. Siempre habrá "algo" que hará que el fanático se mee de ganas de tenerlo, pr el solo hecho de ser poseedor de aquello.
No se sorprendan, entonces, si en algún arbolito navideño ven cosas como esta:

Un Hemi para el arbolito!!! Se acuerdan cuando teníamos 8 ó 9 años y nos regalaban un Duravit o un autito de plástico al que rellenábamos con masilla para que corra un poco más?